Método   

Poscursillo

 

¿Qué es el Poscursillo?

 

En términos muy genéricos el Poscursillo es la actividad que desarrolla el Movimiento de Cursillos de Cristiandad después del Cursillo. Esta actividad se concreta en dos circunstancias: la Reunión de Grupo y la Ultreya. Ambas circunstancias ayudan al individuo y a su grupo a "ser" más cristianos, no solo a saber o a hacer más, atendiendo la primera al individuo como tal y la segunda a la comunidad.

La Reunión de Grupo ayuda a que cada uno renueve progresivamente su interior y la Ultreya garantiza un clima de amistad que se traduce en los compromisos concretos y en el amor compartido entre todos y con el mundo.

Profundizando más podemos decir que el Poscursillo ofrece los medios para que cada cursillista pueda atender a sus necesidades como miembro de la Iglesia: vocación a la santidad, y participación en la comunidad y en la evangelización.

El Poscursillo es para la Iglesia. Por tanto, lo que busca es que el cursillista se incorpore a una comunidad eclesial, y que sea un miembro vivo dentro de la Iglesia y del mundo

Los elementos del Poscursillo fueron anteriores al Precursillo y al Cursillo y los iniciadores contaron con tales experiencias como fundamentales para que todos los tiempos del método, Precursillo, Cursillo y Poscursillo, fueran efectivos, válidos y eficaces.

Desde su inicio el MCC ha asumido la responsabilidad de proveer a los cursillistas de una Comunidad en la que sean comprendidos, estimulados y ayudados a crecer y compartir juntos su vida cristiana. La Reunión de Grupo y la Ultreya no son fines en sí mismos, sino un servicio a las personas y a los grupos para ayudarles a perseverar en sus esfuerzos y actitudes apostólicas. Deben verse como supletorias y complementarias de la comunidad eclesial.

 

¿Cuál es la finalidad y la estrategia del Poscursillo?

 

La meta del Poscursillo (y del MCC) es evangelizar, impregnando los ambientes con el Evangelio.

Hay una finalidad próxima que es renovar, acelerar y perfeccionar la conversión, continúa y progresiva, de la persona que ha vivido la experiencia del Cursillo.

Y otra remota, que es la transformación de los ambientes en los que se encuentran estas personas, gracias a su ejemplo de vida y a su acción a modo de fermento en la masa.

No se trata de crear una Asociación de Cursillistas, ni de proveer trabajadores para proyectos eclesiales, sino de proporcionar los medios para que cada uno encuentre su propio y único puesto en la Iglesia y en el mundo, en el que ha de vivir su ser cristiano.

Por ello la estrategia del Poscursillo consiste en facilitar un clima y una forma para que cada uno pueda llenar su capacidad de ser santo y apóstol, de acuerdo con sus propios carismas.

 

En el último rollo se nos habló de “El Cursillo Perenne”, lo recuerdas, nos decía el “rollista” ó el mismo Rector, los medios para perseverar y hacer posible que nuestro Cursillo no quedara solamente en esos 3 días sino que durara toda la vida, y nos habló de lo importante que es no creernos mucho; pero tampoco creernos nada, no descuidar, poner los pies en la tierra, aterrizar; nos habló de la perseverancia mediante los medios que momentos antes nos proponía el Rector: La Reunión de Grupo y la Ultreya, como los más importantes entre otros.

San Pablo nuestro Patrono: cumplió cabalmente en su 4º. Día perseverando, ¿cómo lo logró?: No descuidó su Trípode: En la Piedad, llevó una vida cristiana, consciente, creciente y compartida; en el Estudio, El Cursillo nos enseñó que “nadie ama lo que no conoce”. SAULO amó entrañablemente a Dios, en la medida que lo fue conociendo. Para ello debió estudiar.
Comenzó su estudio volviendo a releer el Antiguo Testamento que, como maestro fariseo, conocía muy bien. Lo había aprendido del propio famoso doctor de la ley: El gran Rabí Gamaliel. Pero debía volver a verlo bajo la óptica de Jesús; en su Acción: “Estaba consciente de la responsabilidad de haber sido elegido para…”anunciar a los gentiles la incalculable riqueza de Cristo”… (Ef. 3,8). Siente el peso de esa misión y confiesa: “Me presenté a vosotros en estado de debilidad, de temor y de temblor” (1 Cor 2,3). Pero se siente un instrumento de la Gracia y de la primacía absoluta de Dios, al que está totalmente subordinado: “Ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Hizo Reunión de Grupo con San Bernabé, San Marcos, San Lucas, San Timoteo, San Tito.

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