1. INTRODUCCIÓN (# 443 - 446).
2. DEFINICIÓN.(# 447 - 451).
3. EL POSCURSILLO, UN PROCESO DINÁMICO. (# 452 - 453).
4. LA FINALIDAD DEL POSCURSILLO. (# 454 - 462).
5. LA ESTRATEGIA DEL POSCURSILLO. (# 463).
6. LA ESTRUCTURA DEL POSCURSILLO. (# 464 - 465).
7. LA REUNIÓN DE GRUPO. (# 466 - 472).
8. LOS ELEMENTOS DE LA REUNIÓN DE GRUPO. (# 473 - 475).
9. COMO SE CONSIGUE EL OBJETIVO. (# 476 - 485).
10. PROCEDIMIENTO. (# 486 - 496).
11. GRUPOS ECLESIALES.(# 497).
13. LOS DIRIGENTES EN EL POSCURSILLO. (# 512 - 521).
14. CONCLUSIÓN.(# 522 - 526).
443. Todos en la Iglesia, por ser sus miembros, reciben y comparten la vocación común a la santidad. La dignidad en cuanto cristianos, fuente de igualdad para todos los miembros de la Iglesia, garantiza y promueve el espíritu de comunión y fraternidad y, al mismo tiempo, se convierte en la fuerza dinámica escondida en la misión de los fieles laicos.
444. "La comunión y la misión están profundamente unidas entre sí, se compenetran y se implican mutuamente, hasta tal punto que la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión: la comunión es misionera y la misión es para la comunión". De ahí que la misión de la Iglesia se concrete y se manifieste en la evangelización.
445. El MCC ofrece a los laicos, a través de las formas y el proceso dinámico del Poscursillo, los medios para que cumplan lo que se les exige como miembros de la Iglesia:
La vocación a la santidad,
La participación en comunidad,
La evangelización.
446. El método del MCC para el Poscursillo está destinado a ayudar a los laicos a cumplir esas exigencias, en la medida en que ellos se esfuercen en alcanzar la finalidad última del Movimiento: "crear núcleos de cristianos que vayan fermentando de Evangelio los ambientes".
447. El Poscursillo es el medio comunitario destinado a incrementar e impulsar la conversión y vivencia cristiana iniciada en el Cursillo, para hacer que las inquietudes individuales y de los grupos que de él se originan, lleguen a fermentar de Evangelio la comunidad eclesial y humana, y las estructuras temporales. Lo que se espera del Poscursillo es lo que se espera de cualquier laico en la Iglesia: que construya la Iglesia en el mundo.
448. Después del Cursillo es importante que el cursillista se incorpore a una comunidad eclesial donde se desarrolle como fermento. Puesto que esas comunidades no pueden estar limitadas a las del Movimiento, ya que el Poscursillo es para la Iglesia, es de esperar que el Poscursillo ofrezca al cursillista los mejores medios para tal desarrollo. El fruto de tal incorporación está en conseguir un laico cristiano, que, a la vez, sea miembro vivo dentro de la Iglesia y dentro del mundo.
449 El hecho de que en el desarrollo del MCC, los elementos que hoy conocemos como Poscursillo fueron anteriores al Precursillo y al Cursillo, nos da la razón para fijarnos en la experiencia de los iniciadores, en este punto. Su experiencia, y la de aquellos que han ensayado el método, ha demostrado que, cuando los tres tiempos trabajan unidos, son efectivos y válidos para alcanzar la finalidad del Movimiento.
450. Los elementos del Poscursillo tienen dos aspectos: el individual y el comunitario. En el caso del individuo, la meta básica no es sólo tratar de saber más o hacer más, sino de ser más, de manera que toda la persona sea renovada interior y progresivamente cada día en la línea de sus propios carismas y de las oportunidades apostólicas que la rodean diariamente.
451. Los medios comunitarios del Poscursillo garantizan que nadie viva o crezca aisladamente, sino en un clima de amistad. La comunidad cristiana se realiza a través de compromisos concretos hechos y de amor generosamente compartido entre todos y con el mundo.
3. EL POSCURSILLO, UN PROCESO DINÁMICO
452. Todo lo que se hace en función de la finalidad del MCC, dentro de su método, tiene como objetivo final el Poscursillo. La finalidad del Cursillo es llevar a las personas del Precursillo al Poscursillo. Como muchas otras cosas en la vida, esto involucra un proceso. Al tratar de esta fase, procuraremos descubrir el espíritu, lo que se pretende, sin querer presentar panaceas, porque el Espíritu sopla donde quiere (Jn 3, 8) y no podemos esclavizarlo a unas fórmulas concretas. Siendo el Poscursillo, por su naturaleza y necesariamente, un proceso, debe estar lleno de dinamismo y fluidez. El Poscursillo está destinado a continuar la conversión y la vivencia de lo fundamental cristiano, cuyo proceso se inició en el Cursillo. Dentro de las estructuras del Poscursillo, la inquietud de los individuos y de los grupos, iniciada en el Cursillo, es constantemente estimulada, a fin de que, tanto la Iglesia como la comunidad en la que los individuos y sus grupos están inmersos, sean continuamente fermentadas con el espíritu evangélico.
453. Si la finalidad del MCC es: buscar evangelizadores potenciales, en los tres aspectos de la finalidad, conducirlos a la conversión y animarlos en su tarea de evangelizar el mundo, la tarea más difícil será siempre esta última. El MCC, desde sus inicios, ha asumido la responsabilidad de proveer a los que hacen un Cursillo, de una comunidad, en la cual sean comprendidos, ayudados y estimulados a crecer y compartir juntos su vida cristiana. Los medios que el MCC ofrece, la Reunión de Grupo y la Ultreya, no son fines en sí mismos, sino un servicio a los individuos y a los grupos para ayudarles a perseverar en sus esfuerzos y en sus actitudes apostólicas. Estas estructuras no fueron creadas para reemplazar estructuras eclesiales, ni tampoco pretenden agotar los medios de perseverancia comunitaria. Más bien deben verse como supletorias y complementarias de la comunidad eclesial.
4. LA FINALIDAD DEL POSCURSILLO.
454. La misión de la Iglesia incumbe a todos los que formamos la Iglesia, "La vocación de los fíeles laicos a la santidad implica que la vida según el Espíritu se exprese particularmente en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las actividades terrenas... La santidad es un presupuesto fundamental y una condición insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia, la santidad de la Iglesia es el secreto manantial y la medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero".
455. Por necesidad, el Poscursillo no debe representar algo extra para los cursillistas, que les imponga algo más de lo que la Iglesia pide. Más bien es una herramienta o un medio eficaz para que cada uno realice lo que le exige su condición de bautizado y de miembro de la Iglesia, un medio para conseguir lo que se espera de él.
456. El Poscursillo ofrece a cada uno la oportunidad de profundizar en las relaciones descubiertas, iniciadas o profundizadas en el Cursillo, que se conocen como "los cuatro encuentros": consigo mismo, con Dios, con los hermanos y con el mundo.
Los compromisos que cada uno hace en el MCC tienden a intensificar los cuatro encuentros. La Iglesia llama en nombre del Señor a cada uno de sus miembros a la santidad y a su misión de evangelizar el mundo. "Todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad".
457. En el momento en que todos vivan como uno, todos compartirán la misión común de la Iglesia. Aun cuando hay muchas y variadas formas de trabajos apostólicos y diferentes aspectos de la misión hacia adentro y hacia afuera, la tarea fundamental de esa misión es la evangelización. Es necesario que nuestro celo evangelizador brote de una verdadera santidad de vida.
458. Estar en actitud de conversión constante, vivir en comunidad, evangelizar, cambiar nuestra manera de ser para mejorar, son compromisos exigidos por el bautismo. Si estos compromisos son vividos gozosamente por toda la Iglesia, nos conducirán a esa nueva evangelización que la Iglesia está pidiendo: combatir en los individuos la indiferencia hacia Dios, la separación entre religión y vida, y la falta de participación de muchos en la vida vitalizadora de la Iglesia; y evangelizar a todos los pueblos, en cuyas culturas hacen falta comunidades eclesiales,
459. El MCC ofrece en el Poscursillo los medios más apropiados para cumplir esta finalidad. La meta del Movimiento es evangelizar, impregnando los ambientes con el Evangelio.
460. Esta comprensión de la naturaleza ambiental del Poscursillo se basa en el hecho de que la conversión es un proceso progresivo que no termina, y que la transformación de ambientes se consigue sólo en el mismo grado en que se transforman los hombres que los forman. Un buen programa de Poscursillo ayuda a todos a descubrir, a aceptar y a ocupar responsablemente su puesto en la Iglesia (la comunidad eclesial) y en el mundo (sus ambientes).
461. La finalidad básica del Poscursillo es renovar, acelerar y perfeccionar la conversión de cada individuo que ha vivido la experiencia de un Cursillo. Esto se intenta a través de un proceso continuo y progresivo. Su finalidad es la progresiva transformación de los ambientes de los cuales estas personas son responsables, especialmente sus familias, vecinos, lugares de trabajo, asociaciones y otras situaciones seculares. Como quiera que éstas se transforman desde dentro, no se trata de buscar nuevos ambientes o apostolados a las personas que salen del Cursillo, sino de orientarlas hacia una actitud y una mentalidad apostólicas, proporcionándoles los medios para evangelizar el lugar donde viven la mayor parte de sus vidas -sus propios ambientes-, a través de grupos ambientales.
462. La finalidad del Poscursillo no es convertir el MCC en una asociación de los que han vivido un Cursillo. Tampoco es su función la de proveer trabajadores para toda clase de proyectos eclesiales humanos, independientemente de lo buenos que sean esos proyectos. El objetivo es que cada persona encuentre su propio y único puesto en la Iglesia y en el mundo, y que el Poscursillo le proporcione los medios para vivir allí su vida cristiana.
5. LA ESTRATEGIA DEL POSCURSILLO.
463. "El compartir lo fundamental cristiano y la vida en comunidad no convierten al MCC en una asociación. El cristiano comprometido no necesita ataduras legales para cumplir su vocación a la santidad, para compartir en amistad cristiana y para evangelizar en el Poscursillo. Lo importante del Poscursillo es facilitar un clima y una forma, de manera que cada uno pueda llenar su capacidad de ser santo y apóstol, de acuerdo con sus propios carismas. Por esta razón debe dedicarse a llevar a cabo sus propios compromisos temporales, como una respuesta a estar donde Dios quiere que esté".
6. LA ESTRUCTURA DEL POSCURSILLO.
464 Los medios o la estructura del Poscursillo están pensados para lograr la finalidad expresada arriba. Esto está de acuerdo con la definición dada previamente sobre la finalidad del Poscursillo. Así como existe la necesidad de conocer el porqué del Poscursillo, existe también la necesidad correspondiente de estudiar el cómo conseguirlo, a través de sus estructuras.
465. Hay dos medios básicos para crecer y perseverar en la vida cristiana dentro del Poscursillo: la Reunión de grupo para los individuos, y la Ultreya para la comunidad. Aunque ambas son estructuras comunitarias, una se encamina principalmente al bien del individuo, y la otra, al bien de la comunidad. Ambas son básicas en términos del método. Ambas son importantes para la realización del enfoque de toda nuestra vida a la luz del Evangelio y para la oportunidad de compartir esa vida con otros apóstoles. Un cristiano aislado es un cristiano paralizado. Así bien lo será un Grupo, si no está unido a otros grupos.
Definición:
466. De cara a los dos elementos que constituyen la realidad total de una Reunión de Grupo, la definimos como: Un grupo de personas que son amigas y son cristianas, o quieren serlo, y se reúnen (reunión) para ser más amigas y más cristianas.
De cara a la finalidad del Movimiento, la Reunión de Grupo es la amistad llevada al terreno de lo sobrenatural y convertida en ocasión y canal permanente de gracias : actuales, que crea una circunstancia (santificante) que va posibilitando la vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental cristiano, lo cual tiene como consecuencia la fermentación dinámica y creciente de los ambientes.
Esencia y Finalidad
467. Los grupos son una necesidad humana. Las personas, como entes sociales, han formado siempre grupos para lograr su perfección mutua: familia, sociedades, etc. Los grupos son también una necesidad cristiana. La Iglesia es comunitaria en su esencia y en ella nadie puede vivir desvinculado de los demás. Su origen no está en una obra humana, sino en la misma concepción cristiana de Dios como Trinidad y de la Comunión de los Santos.
468 El Grupo de cristiandad quiere ser un reflejo de la Iglesia (sacramento, signo e instrumento de Cristo), realizándose en una escala visible y audible. En el fondo no es más que un procedimiento práctico para unirnos (no sólo reunimos) con los hermanos en la caridad de Cristo, aprovechando la circunstancia de una amistad humana, para que la caridad universal se convierta en visible, palpable y dinámica. Es el modo de ser de la Iglesia; no es más que la esencia del cristianismo, realizándose a la escala de nuestras posibilidades.
469. En el Cursillo descubrimos que es posible vivir cristianamente en el mundo hasta el más alto grado, por medio de los pequeños grupos de amigos con quienes podemos compartir la vida que individualmente vivimos como cristianos. El deber básico, después del Cursillo, debe ser el de encontrar ese grupo de amigos. Por supuesto podemos definir lo que queremos decir con el término Reunión de Grupo.
470. Es posible que la reunión cree la amistad. Indudablemente, el proceso de la reunión en el Poscursillo es el factor a través del cual la amistad se descubre, se alcanza, se realiza, se profundiza y se sostiene en el Grupo. Como lo apunta "Vertebración de Ideas", toda la vida es un vivir juntos, y, si no se vive juntos, no es. Vida. La forma más profunda de vivir juntos es la amistad; cuando esa amistad se eleva a un plano santificador por medio de la Gracia, tenemos el mejor camino posible para lograr la comunidad cristiana.
471. Todo el que vive el Cursillo, normalmente experimenta una conversión dentro de la comunidad de fe que es un Cursillo. Esta experiencia comunitaria de la fe es o debería ser un modelo para realizar en el Poscursillo, tanto individual como comunitariamente. El MCC debe promover sus medios propios como los adecuados para los cursillistas.
472. "La Reunión de Grupo promueve la vivencia ck-la vida cristiana en amistad con los demás. Esto supone la planificación y la realización de los compromisos apostólicos”. Esto incluye los planes para la realización de sus obligaciones apostólicas. La Reunión de Grupo es vital'" para este proceso de crecimiento. Es un grupo de personas comprometidas unas con otras para su transformación en Cristo. La reunión en sí es algo que pasa, es un suceso temporal. El MCC está interesado en crear o formar grupos de amistad a través del proceso de la reunión, a fin de perpetuar (hacer perenne) el Cursillo, esto es, la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano.
8. LOS ELEMENTOS DE LA REUNIÓN DE GRUPO.
473. Hay dos elementos distintos en la llamada Reunión de Grupo: por una parte, el Grupo, que es la comunidad de personas que lo constituyen por mutuo acuerdo; es algo concreto, que trasciende el acto formal de reunirse. Por otra parte,
474. La reunión, que es el momento o acto por medio cual el Grupo se reúne, para profundizar su amistad; es un acto transitorio, temporal. estos elementos están entrelazados, ya que uno no puede existir sin el otro. No se puede formar y mantener un grupo, a menos que se reúna periódicamente; y no puede haber reunión, a menos que se realice por un Grupo con propósito de alcanzar la finalidad dada en la definición Poscursillo.
475. La reunión es lo que hace posible que el Grupo:
1) se forme como Grupo;
2) continúe siendo Grupo;
3) se forme y persevere como germen o semilla de comunidades cristianas, llenas de celo apostólico.
La combinación de los dos elementos en la realidad de la Reunión de Grupo, hace que, cuando se vive, el grupo se convierta en germen o semilla de una comunidad cristiana
9 COMO SE CONSIGUE EL OBJETIVO
476. La reunión hace posible la vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental cristiano en los miembros del Grupo:
-Compartiendo;
-revisando;
-fomentando la vivencia de lo fundamental cristiano en sus vidas;
-con la ayuda mutua para vivirlo.
477. La Reunión de Grupo ayuda a que la vivencia de lo fundamental cristiano sea:
1) AUTENTICA: el amor y la ayuda mutua hacen nuestro cristianismo más auténtico: "Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y así daréis pleno cumplimiento a la ley de Dios" (Gal 6, 2), nos dice san Pablo. "En la Reunión de Grupo debe encontrar el cursillista la vivencia de lo fundamental cristiano, a la que ha sido llamado".
478. 2) CONTINUA: la ayuda mutua y la revisión de vida de cara a lo fundamental cristiano la hacen CONTINUA. La revisión de vida, no como una técnica que lleva ese nombre, sino como un descubrir y compartir actitudes, más que hechos, procurándonos altos en el camino para su reorientación, la ayuda mutua, alentándonos y tendiéndonos la mano mutuamente. "¡Ay de aquél que, si cae, no tiene quien lo levante!" (Ecl 4, 10). Pero "un amigo ayudado por otro amigo es invencible, como ciudad amurallada" (Prov 18, 19).
479. 3) PROGRESIVA: la planificación de la vida y el enriquecimiento que da el compartir la hacen PROGRESIVA. Esto es válido en todos los aspectos de la vida; y en la vida cristiana no es excepción. La revisión, la planificación y el compartir nos hacen mejores hombres, mejores comerciantes, mejores operarios, mejores industriales, y mejores cristianos. Mejores en todo.
480. 4) COMPARTIDA: compartir no significa simplemente contarse las cosas. Compartir es participar, tomar parte con, hacer partícipe de, departir y hasta repartir. Compartir lo que se es, lo que se hace y lo que se hará; y podemos agregar "lo que se tiene", porque, donde se da una auténtica comunidad humana y cristiana, suele darse también una progresiva comunión y participación en lo espiritual y en lo material.
Notas características de la Reunión de Grupo:
481. 1) SERIEDAD. La seriedad no significa severidad ni rigidez. Significa sencillamente que asumimos una actitud seria hacia el valor y la utilidad de lo que se realiza en la Reunión de Grupo, con el gozo espontáneo que debe caracterizar siempre nuestra personalidad cristiana.
482. 2) SINCERIDAD. Sin sinceridad no hay confianza. Su defecto impide la cordialidad y el desarrollo de la amistad. Esto conduce a la artificialidad y a la hipocresía y, eventualmente, a la disolución del Grupo. Los frutos de la sinceridad que deben prevalecer son: la confianza, la honestidad y el respeto mutuo.
483. 3) DISCRECIÓN. El clima de la Reunión de Grupo debe ser siempre un clima de intimidad y confianza y, por tanto, de reserva. La reunión debe realizarse en las circunstancias propias de la cordialidad, del espíritu de caridad y del entusiasmo apostólico.
484. 4) REGULARIDAD. La constancia y la perseverancia en la asistencia a la reunión periódica -normalmente semanal- siempre han demostrado que son un factor de permanencia; la regularidad es una condición irreemplazable para mantener el Grupo y su ambiente de amistad y de espiritualidad.
485. La Reunión de Grupo no es una acto más, sino una forma de vida; no es otra obligación que se asume, sino una ayuda para la perseverancia; no es simplemente un método, sino una realización tangible del dogma de la Comunión de los Santos. Sería muy difícil encontrar razones que justificasen su omisión, sobre todo, cuando se entiende que la función más importante de la Reunión de Grupo es dar forma espiritual a todo en la vida; y que, por tanto, deberá ser la mayor ocupación y gozo.
486. Podemos afirmar, pues, que la Reunión de Grupo es el instrumento que el MCC ofrece para iniciar y reafirmar la vida comunitaria cristiana, y, así, asegurar la Conversión progresiva y la fermentación evangélica de los ambientes.
El procedimiento para lograrlo es:
-por la reunión, al trato;
-por el grato, a la amistad;
-por la amistad, al Grupo;
-por la santidad del Grupo y de cada uno de sus miembros, a la fermentación cristiana de los ambientes.
487 En el Grupo de cristiandad las relaciones son de persona a persona como tales, en razón de sí mismas, no en razón de una función que desempeñen. El Grupo comparte unos valores, y los comparte de idéntica manera desde la perspectiva de una conversión. Estos valores hacen que los miembros del Grupo se sientan identificados y unidos por la fe, formando un todo; eso sí: respetuosos y conscientes de la individualidad de cada uno.
488 Si la amistad nos une a unos pocos, los valores cristianos nos abren a todos los demás. El Grupo es así íntimo y abierto, personal y eclesial, receptor y trasmisor de vida cristiana. Solamente en el compartir por la vía de la amistad se da plenamente la relación interpersonal primaria, en razón de las personas como tales. Por la vía de la amistad se puede compartir todo: lo que se es, lo que se hace y lo que se tiene.
499 En este compartir no somos subordinados ni compañeros, sino protagonistas todos en la misma aventura de vivir lo fundamental cristiano. Sólo en el compartir por la amistad se logra un compartir: libre, porque yo lo deseo, no se me impone; profundo, porque no se queda en lo superfluo, sino que va a lo fundamental, dinámico, vital, estable, frecuente y duradero; por eso es que el compartir entre amigos la vida cristiana es, a la vez, cauce, estímulo y garantía para vivirla.
Al estudiar la amistad como fundamento del Grupo, tampoco se puede dogmatizar sobre el número o naturaleza de sus componentes. Nadie tiene derecho a escogernos nuestros amigos ni a prohibirnos o imponernos una amistad. El Grupo de cristiandad será siempre con quien uno quiera y nunca será con quien no se quiera.
Esto abre a la posibilidad de Grupos mixtos (hombres y mujeres) o de matrimonios, y a la incorporación de personas que no han hecho el Cursillo, y a Grupos geográficos, ambientales o gremiales: innumerables posibilidades condicionadas únicamente por la capacidad de amistad y convivencia cristiana entre sus miembros.
490. El uso indiscriminado del término Reunión de Grupo puede crear confusiones y malentendidos. Lo Importante no es tener reuniones, sino que haya un grupo cristiano basado en la amistad. La reunión es sólo el medio para conseguirlo. La Reunión de Grupo tendrá un montaje. Vacio, si en ella no hay búsqueda y espíritu de exigencia cristiana y mentalidad comunitaria o conciencia de la necesidad existencial de convivencia. Lo eficaz no es la reunión, sino el Grupo, las ansias de llevar el bautismo hasta las últimas consecuencias, el afán de superación, la necesidad de compartir, la relación interpersonal, que lleva a reunirse con espíritu comunitario, para alcanzar a toda la persona en toda su dimensión humana y cristiana, consiguiendo que el Grupo sea un signo de piedad, de caridad de unidad.
491. Algunos han descubierto que, siendo el Cursillo lugar mejor para forjar amistad, la formación de los Grupos debería comenzar allí mismo. Las Reuniones de Grupo deben comenzarse lo antes posible, después del Cursillo. Al principio, se debe poner el énfasis en hacer reunión con diferentes personas en la Ultreya, con la finalidad básica de descubrir amigos. Como quiera que no ha descubierto una varita mágica para crear amistad entre las personas, debemos crear las circunstancias y situaciones en las cuales pueda entablarse la amistad. Por tanto, debemos reconocer que la amistad puede descubrirse y nacer en el Precursillo, durante los tres días del Cursillo o en el Poscursillo. Lo ideal sería que, una persona que haya sido apadrinada por un Grupo, tenga ese Grupo de amistad, esperándola cuando salga del Cursillo. En cualquier caso, si no existe previamente un grupo de amigos, deben fomentarse y crearse las circunstancias para que pueda realizarse el Grupo. Por lo tanto, los cursillistas nuevos que no tienen un Grupo al que regresar, deben ser canalizados hacia las reuniones a través de la Ultreya. .
492. En la reunión debe haber un crecimiento, como lo hay en los diversos aspectos de la vida. Este crecimiento viene de la Gracia y de la revisión, de la planificación y del compartir los compromisos. El proceso de la reunión ayuda a todos a ser mejores amigos, mejores cristianos, mejores padres, esposos, trabajadores y ciudadanos.
Aunque el MCC ofrezca una manera concreta de Reunión de Grupo, lo hace no para vivir al estilo cursillista, sino como uno de los instrumentos de perseverancia en el ser cristiano y como un medio eficaz para iniciar y proyectar la vida comunitaria de la Iglesia. Esta manera concreta de realizar una Reunión de Grupo se puede hacer por medio de la "Hoja de Compromiso" y el "Orden de la Reunión"; pero ese modo no se ofrece para que los cursillistas puedan vivir está determinada expresión de vida cristiana, sino más bien como germen de comunidad y como un instrumento de perseverancia. Los Grupos son una expresión válida de comunidad cristiana, en la medida en que son complementarios de la comunidad eucarística u otras comunidades establecidas en la Iglesia.
493. La meta del MCC se alcanzará como consecuencia de la vida de las personas que forman el Grupo, compartiendo por la vía de la amistad. Sólo en esta forma de compartir, cada uno puede tener la libertad de ser lo que desea ser. Ese compartir de una manera íntima debe ser frecuente, dinámico, vital, estable, duradero. A cada uno le proporcionan los demás una guía y una motivación para su vida cristiana. Y la participación de cada uno en la comunidad cristiana ofrece a los demás la certeza de que ellos pueden vivir en Cristo.
494 Los Grupos deben ser pequeños, para poder estar fundamentados en la amistad que tiende a la intimidad. A través del desarrollo de la reunión, esta intimidad irá progresando si todos se enriquecen mutuamente,
495. Muchos fallos de la Reunión de Grupo se deben a que se da más importancia a la mecánica de la reunión que a la exposición del compromiso entre unos y otros, y con los ambientes. Por eso, desde el principio, el Grupo debe tender a centrarse en lo esencial, compartiendo las líneas generales de la piedad, el estudio y la acción entre los miembros del Grupo y entre los del ambiente en que vive o trabaja cada uno.
496. En la reunión, más que una búsqueda de nuevas formas, debe interesarnos una comprensión e interpretación más clara de su espíritu y de su intención. "Se consideran válidas como Reuniones de Grupo aquellas que contengan los tres pasos fundamentales del compartir la vida de piedad, un progresivo conocimiento de Cristo y una inserción del cristianismo en las estructuras" (I Enc. lat. Am.).
497. Dentro del espíritu del MCC las Reuniones de Grupo serán válidas en tanto en cuanto construyan Iglesia concreticen en una comunidad cristiana. Los Grupos un ser algo eclesial, signos visibles de la Iglesia por la unión con los pastores, por la Palabra, por la Eucaristía cada Cursillo logra que varios Grupos sean semillas de comunidades cristianas, el Movimiento cumplirá su finalidad: hacer Iglesia. Los grupos de cristiandad, pues, deben ser, no sólo un núcleo de comunidad, sino una verdadera comunidad cristiana.
Definición:
498. La Ultreya es una comunidad que se hace visible en una reunión. Es la comunidad de quienes, en actitud de conversión progresiva, se sienten unidos en una sola fe, un solo Señor y un solo bautismo; y, por esto, sienten la necesidad de reunirse para compartir y potenciar mutuamente en sus vidas la vivencia de lo fundamental cristiano el compromiso consciente de descubrir y concretar el lugar y el modo de vivirlo, según su vocación personal.
499 La Ultreya será comunidad en la medida en que los grupos estables de amistad formen comunidad, y quieran y sean capaces de atraer nuevos miembros a esa comunidad viva. Es una Reunión de los Grupos.
500. La Ultreya impulsa a los Grupos hacia los ambientes; los Grupos impulsan a los individuos; ambos impulsan sus tareas de evangelización en el mundo. El Grupo satisface las necesidades básicas del individuo en un sentido de crecimiento y comunidad; y la Ultreya satisfacer la necesidad de crecimiento comunitario, siendo Iglesia en el mundo. Así, para el individuo, la Reunión de Grupo es el aspecto más importante del método, pero para la comunidad lo es la Ultreya. Ambos son necesarios para lograr progresivamente la evangelización de los ambientes en el mundo.
501 La Ultreya actúa como estructura de ayuda a los cristianos en su perseverancia y promoción cristiana. Ella crea conciencia de Iglesia en los Grupos, ensanchando la visión de las necesidades del apostolado ambiental y de los medios para cambiar los ambientes. Ella ayuda a la formación continua de los cristianos. Sin embargo, es necesario que fomente un impulso fundamental hacia la Iglesia y hacia el mundo más que hacia el propio MCC.
Finalidad
502. La finalidad de la Ultreya se entiende a partir de la finalidad del MCC, y está en crear grupos evangelizadores con personas que sean capaces de vivir lo fundamental cristiano con los demás.
503. Teniendo esto presente, la Ultreya
a) facilita la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano, al proporcionar una situación de intercambio (compartir); para los individuos, a través de las reuniones; y, para la comunidad, por el testimonio dado por los que intervienen;
b) Crea un clima de entusiasmo, al testimoniar todos la experiencia vivida del amor a Dios, del amor al prójimo y del amor al mundo;
c) fomenta la conversión progresiva de los participantes, brindándoles la oportunidad de la dirección espiritual, la ayuda personal de los dirigentes, el reto de iniciar en su propia vida lo que ha sido testimoniado por otros y el discernimiento de la propia vocación;
d) hace posible la fermentación evangélica de los ambientes,
-por el hecho de ser una comunidad testimonial;
-formando y promoviendo Grupos que facilitan la amistad, el contacto personal y que animan a evangelizar en forma general y comunitaria;
-centrando en la santidad, en la "metanoia", en la reconciliación, en la comunidad cristiana y en la misión.
Misión
504. La Ultreya es a la fermentación de los ambientes lo que el corazón es al organismo, al que vivifica concentrando, purificando y oxigenando la sangre: mas no para guardarla, sino para lanzarla inmediatamente a todos los ámbitos del cuerpo.
La misión verdadera de la Ultreya no se agota, pues, en el acto mismo de la Ultreya, sino en el ir logrando hacer de cada familia, de cada ambiente, de cada estructura, una pequeña Ultreya: una comunidad de fe, de esperanza y de amor.
505. Vale la pena recordar que lo único que consigue alimentar la vitalidad tanto de los Grupos como de las Ultreyas es su real inserción en un clima apostólico, en un clima de Iglesia. Cuando esto no se logra, siempre se corre el riesgo de que los Grupos y las Ultreyas se conviertan en ghettos y comunidades centradas en sí misma, sin fines apostólicos.
Ultreya y Eucaristía
506. Consecuentes con la afirmación de que la Eucaristía es la fuente y la cima de toda evangelización y de toda comunidad, igual que en el Cursillo, es de la esencia de la Ultreya impulsar al cristiano a una participación cada vez más plena en el misterio eucarístico. Esto no significa que la Eucaristía deba celebrarse como parte integral de la Ultreya.
Ultreya y Palabra de Dios
507. Puesto que el Señor ha querido manifestarse a través de las Escrituras, la Ultreya tiene que dar a los cristianos el gusto y la ocasión de profundizar en la Palabra de Dios, confrontándola con su propia vida.
Método
508 No hay ningún método concreto que sea esencial en la Ultreya. El mejor método será aquél que permita vivir, compartir y aumentar el espíritu despertado en el Cursillo.
509. Aun cuando no existe una fórmula universal para las Ultreyas, en algunos sitios ha sido provechoso llevar el siguiente esquema:
-reunión,
-testimonios,
-comentarios sobre los testimonios,
-aclarar y centrar el contenido espiritual de los mismos,
-oración.
510. Aunque el ideal seria que las Ultreyas se celebrasen semanalmente, los Secretariados señalarán la periodicidad, según las circunstancias de cada lugar.
511 Los que intervienen en las Ultreyas dan testimonio del crecimiento de su vida de unión con Cristo y con los hermanos, a fin de que los demás se animen. Presentan a los cursillistas una gran variedad de testimonios, para que en ellos puedan encontrar un amplio abanico de posibilidades de crecimiento cristiano y de acción. El que da su testimonio ofrece ejemplos concretos de cómo vivir lo fundamental cristiano en la familia, en el vecindario, en el lugar de trabajo y con los amigos.
13. LOS DIRIGENTES EN EL POSCURSILLO
512. Si la animación de los evangelizadores es la tarea del MCC, es lógico que los dirigentes del mismo realicen en el Poscursillo un mayor esfuerzo que en cualquiera de sus otros tiempos.
513 Así como el equipo posibilita el desarrollo del Cursillo, también el Poscursillo se hace posible por un equipo. El objetivo inmediato de los dirigentes en el Poscursillo es motivar y ayudar a los cursillistas nuevos a encontrar un grupo de amigos con que puedan comprometerse para formar parte de una comunidad cristiana. A través de esta comunidad se capacitarán para asumir su compromiso apostólico en el sitio donde viven.
514 El papel del dirigente en el Poscursillo se realiza en dos direcciones:
a) individualmente, a través del contacto personal con cada cursillista; y
b) como miembro de un equipo, en la Escuela y en la Ultreya.
515. Animado por la inquietud del Evangelio, urgido por el amor de Cristo, y abierto al Espíritu, el dirigente está profundamente sintonizado con la misión de la Iglesia; se esfuerza para reconocer y responder a las posibilidades evangélicas en las situaciones de vida en las que está inmerso, y trabaja por irse formando en Cristo para que Cristo también se forme en los demás. Vivir el Poscursillo consiste en vivir una vida de amistad con Dios y con nuestros hermanos y hermanas. No se busca la experiencia vital del Cursillo como un fin en sí mismo; pero alcanzarla es un modo de expresar cómo ser Iglesia, cómo ser una comunidad espiritual personalizada. La Iglesia en el MCC es presentada como una realidad siempre nueva y dinámica.
516. Puesto que la experiencia religiosa es un acontecimiento personal, todos necesitamos ayuda individual. Por eso, una de las principales funciones, común a los dirigentes, es su apertura al diálogo personal y al compartir con los cursillistas, para que todos puedan actuar como fermento renovador.
517. Este diálogo personal y este compartir del dirigente con los cursillistas, debe hacerse a través de un contacto personal, sobre la base de la amistad y de la sinceridad. El dirigente se abre como amigo, sin tratar taimada y diplomáticamente de poner a prueba la condición espiritual del cursillista. Sólo una sincera amistad ofrecerá cauces al diálogo y la efectiva apertura. La técnica está hecha de oportunidad, gentileza y tacto y se lleva a cabo con espíritu apostólico. El dirigente se hace amigo de todos, de manera que cada uno se haga amigo de los demás y todos se hagan amigos del Señor. Es un hecho que quien dice algo y cómo lo dice, es más importante para la persona que lo que se dice.
518 Cuando el método del Poscursillo se entiende y se Utiliza adecuadamente por dirigentes que se han comprometido mutuamente en una misión cristiana común, con espíritu de servicio, el Movimiento se convierte en un poderoso instrumento de evangelizarían. La comprensión del MCC hace nacer en las personas un espíritu de dedicación y determinación de hacer del Señor el centro de sus vidas, lo mismo que las vidas de aquellos con quienes viven y trabajan. Las estructuras y las formas por sí mismas son algo muerto. El papel del dirigente del MCC en el programa del Poscursillo es hacer vivas las Reuniones de Grupo y las Ultreyas y promover la amistad que las posibilita.
519. El éxito de la Ultreya dependerá no sólo del compartir y del testimonio de los que participan en ella, sino también de los dirigentes que facilitan su desarrollo. Los dirigentes en una Ultreya servirán a los demás de una manera sencilla y humilde, como en el Cursillo, mediante la atención personal y el esfuerzo concertado para crear y sostener una comunidad evangelizadora de amor.
520. El papel de los dirigentes es muy importante en la Ultreya; ellos, promoviendo la solidaridad y el dinamismo apostólico,
-promueven el espíritu y el clima del compartir, haciendo que todos compartan con todos;
-establecen contactos personales entre aquellos que han hecho un mismo Cursillo; procuran la acogida cordial de los recién llegados, para que ninguno se sienta extraño;
-estimulan a quienes aun no tienen un Grupo permanente, de manera que, sin presiones, acepten las posibilidades que se les ofrecen de encontrarlo;
-animan a aquellos que ya han iniciado un Grupo, a perseverar en la amistad;
-se comprometen a continuar sus contactos personales fuera de la Ultreya, especialmente con aquellos que se sienten desanimados, aislados, inestables o insatisfechos;
-aceptan la responsabilidad de tomar la iniciativa que ofrece la Gracia en cada situación;
-son los comunicadores gozosos de la Gracia de Dios, al actuar como servidores de todos.
521. Los dirigentes deben emplear sus talentos para mantener al más alto nivel el espíritu y el clima de cada Ultreya. Su papel es el de ser fermentos de la masa. Cada reunión debe beneficiarse del interés de los dirigentes. Cada participante debe sentir el beneficio del contacto personal con los dirigentes. El equipo dirigente, continuando el trabajo del Cursillo, debe actuar conjuntado para ayudar a cada participante y, a través de él, a su ambiente y a su Reunión de Grupo.
522. No se olvide que lo importante no es perseverar en el MCC, sino en la vivencia de una auténtica vida cristiana, para la edificación de la Iglesia y para la construcción de un mundo mejor. Muchos que un día hicieron un Cursillo de Cristiandad, aunque hoy no utilicen los medios específicos del Poscursillo, llevan una vida auténticamente cristiana. Sin embargo, puesto que el propósito del Poscursillo es la transformación del mundo por medio de quienes viven lo fundamental cristiano de un modo progresivo, el MCC promueve el método específico de perseverancia y maduración en la fe que llama Poscursillo, como un medio excelente y oportuno de conseguir lo que intenta.
523 La definición, que presenta al MCC como la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, no se aplica sólo a los tres días del Cursillo, sino también, y sobre todo, al Poscursillo; y, así, la vida, después del Cursillo, consistirá en vivir lo fundamental cristiano; y la estructura del Poscursillo lo hace posible.
524. No se busca esa vivencia y esa convivencia cristiana como una finalidad cerrada en sí misma, que se agota en la santidad personal, sino con miras a una dinámica y creciente fermentación evangélica de la sociedad. El Poscursillo, por tanto, será también la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, en orden a impregnar de Evangelio los ambientes.
525. El Poscursillo llena las esperanzas de la Iglesia en los líeles laicos. Al descubrir y realizar su propia vocación y misión, el fiel laico debe formarse de acuerdo con la sintonía que debe existir entre ser miembro de la Iglesia y ser ciudadano del mundo.
526. En la existencia del cristiano no puede haber dos vidas paralelas: por una parte, la denominada "vida espiritual", con sus valores y exigencias; y por otra, la denominada "vida secular", es decir, la vida de familia, del trabajo, de las relaciones sociales, del compromiso político y cultural. Ambas deben unirse, como la fe en la vida y la vida de fe.
Esta página web ha sido creada con Jimdo. ¡Regístrate ahora gratis en https://es.jimdo.com!