4. LA ESTRATEGIA DEL MCC

(# 175 - 199)

 

1. INTRODUCCIÓN. (# 175 - 178).

 

2. LOS ELEMENTOS DEL PLAN PASTORAL DEL MCC. (# 179).

 

3. LAS LINEAS BÁSICAS DE LA ESTRATEGIA. (# 180 - 196).

 

4. LOS RESPONSABLES DE LA ESATRATEGIA (# 197).

 

5. CONCLUSIÓN. (# 198 - 199).

 

1. INTRODUCCIÓN

 

175 La acción humana, en general, para que sea eficaz, debe ser previamente planificada. Por su capital trascendencia, deberemos tomar más en serio la planificación de la acción de Cristo en la Iglesia, a través de cristianos comprometidos.

176 El MCC, agente de la pastoral de la Iglesia, para garantizar la eficacia de su acción, y siempre fiel a la mentalidad que le anima, busca el mejor uso de su propio método mediante la valoración y utilización de los elementos con que cuenta, con vistas a la obtención de su propia finalidad. Esto entendemos por ESTRATEGIA: La planificación integral de la acción del MCC.

177 Según ya se ha dicho, la finalidad última del MCC es la fermentación cristiana de los ambientes,

-llevada a cabo por personas que influyen naturalmente en esos ambientes de manera decisiva (hombres-ejes preferentemente en grupos);

-a quienes se les ha posibilitado (finalidad próxima) la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano (sincera conversión y constante renovación de su vida cristiana, personal y comunitaria);

-mediante la presentación kerygmática (palabra y testimonio) del anuncio de la salvación en Cristo.

178 El hombre, por tanto, es el agente principal del MCC para el logro de su finalidad propia. Pero no nos referimos al hombre seleccionado individual o aisladamente, sino al hombre seleccionado como parte de un conjunto, concebido no como una organización mecánica, sino como un organismo vivo y operante: el hombre-clave de su ambiente.

Porque el campo concreto de fermentación, elegido por el MCC es el ambiental; y la forma concreta, elegida para lograr esta cristianización ambiental con mayor rapidez y eficacia, es crear un clima de conversión y de constante vivificación cristiana de los hombres que tienen natural y decisiva influencia en esos grupos humanos. El MCC posibilita y acelera la fermentación de los ambientes, pero quien la realiza es, en última instancia, cada hombre concreto, renovado en el espíritu.

 

2. LOS ELEMENTOS DEL PLAN PASTORAL DEL MCC

 

179 Dentro de la pastoral de la diócesis o de la nación, el MCC formula su propio plan evangelizador, orientado hacia los ambientes, con la cooperación de aquellas personas, que tienen mayor influencia en ellos1. Los elementos de este plan pastoral son:

a) el estudio y la selección de los ambientes y la selección de candidatos dentro de ellos;

b) la elección del equipo de dirigentes, para preparar y dirigir un Cursillos de tres días;

c) la creación de un clima adecuado en el Cursillo, con la mirada puesta en el "cuarto día";

d) la reinserción de las personas en sus ambientes, acompañándolas en su conversión progresiva a Cristo y entusiasmándolas y preparándolas para las tareas de evangelización; y

e) la vinculación de las personas en pequeños grupos y de los pequeños grupos entre si.

 

3. LAS LINEAS BÁSICAS DE LA ESTRATEGIA.

 

180 a) El misterio de la intendencia. Tratándose de una tarea de conversión y promoción cristiana de hombres: y de cristianización de grupos humanos, es indispensable -como primero y principal paso, sobre el que habrán de apoyarse todos los demás esfuerzos humanos- el contar con la ayuda de la Gracia de Dios, que se ha de pedir con la fuerza omnipotente de la oración confiada, constante y humilde. Hoy, quizás más que nunca, urge recordar que sin El nada somos, nada valemos, nada podemos, reafirmando antes que nada- dentro de la Estrategia del MCC, la importancia que, desde siempre, se ha venido dando, como nota suya muy característica, a la "intendencia espiritual" o "palanca" (oración, sacrificios, obras de misericordia). La intendencia ha de ser real, sincera y permanente individual y comunitaria, que asegure la eficacia de los demás pasos, fundamentada en la promesa de Cristo: "Pedíd y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá" (Mt 7, 7).

181 b) Selección de los ambientes. En este punto la Estrategia del MCC se apoya en la naturaleza social del hombre, que le conduce necesariamente a agruparse. Por eso se determinan y establecen prioridades entre los ambientes que más urge evangelizar.

182 c) Penetración en los ambientes. Es propio de la Estrategia del MCC que esos ambientes sean penetrados preferentemente por la acción de un grupo o comunidad cristiana. Es fundamental, en la planificación estratégica del MCC, esta actuación en grupo para el estudio y penetración de los ambientes seleccionados; las actividades personalistas e individualistas normalmente dificultan el logro de su propia finalidad. Estos equipos de trabajo.

-serán fruto de estudios previos sobre cada ambiente;

-se integrarán de acuerdo a las posibilidades reales de contacto de sus integrantes con el ambiente elegido;

-ofrecerán esperanza de lograr la necesaria cohesión y unidad entre sus integrantes; y

-recibirán la preparación general y específica para el mejor logro de la finalidad de su trabajo.

183 d) Descubrimiento y selección de las personas-clave. El segundo paso es detectar las personas-clave que, por su natural y positiva influencia en un ambiente, ofrecen fundada esperanza de ser los elementos más capaces de iniciar y madurar, con rapidez y eficacia, la cristianización de ese grupo humano. Habrán de ser

-personas auténticamente insatisfechas, influyentes sobre los demás,

-en actitud sincera de servicio y compromiso, y

-con capacidad de trabajar en colaboración con otros hombres de buena voluntad.

184 e) Preparación de los candidatos. El tercer paso es dar una preparación previa adecuada (fomentar el deseo de encontrarse consigo mismo, con Dios, con los hermanos, y con el mundo, es decir, el deseo de conversión) a aquellas personas-clave, que se piensa que son los candidatos posibles para el Cursillo. Y esa preparación, como una preevangelización, será hecha a base de testimonios de vida y de palabra, durante el tiempo que sea necesario para despertar en ellos una disposición de cambio. Con casi total certeza, este proceso de tratamiento, que debe incluir una mayor toma de conciencia de la problemática comunitaria de su ambiente y un sincero deseo de resolverla, desembocará en una disposición de búsqueda adecuada para la vivencia del Cursillo.

185 f) La experiencia del Cursillo. El cuarto paso es invitar a los candidatos a vivir la experiencia de un Cursillo, y acompañarlos hasta el mismo momento de su entrada en él. Supuestos los pasos anteriormente señalados, los tres días del Cursillo tienen decisiva importancia en la Estrategia del MCC. Si son debidamente dirigidos y vividos, los candidatos seleccionados son tocados tan profundamente por la Gracia de Dios, que el paso por el Cursillo normalmente deja huellas profundas en toda su vida.

186 Siendo esto así, como constantemente lo demuestra la experiencia, el gran amor y respeto que deben merecernos los hombres, y el deber de que el MCC logre su verdadera finalidad, obligan, a los dirigentes, a esforzarse con toda su alma para que cada Cursillo, en cada candidato, consiga sus propios objetivos:

-una conversión integral (interna, externa, individual y comunitaria), que oriente integralmente su ser y su actuar cristiano;

-una opción totalizante, que exija que el hombre se esfuerce constantemente por evitar la dicotomía entre su vida normal y su fe;

-conseguir que el eje existencial de la persona logre una motivación cristiana en toda su vida profesional, familiar, social,

-orientarle a que se inserte en sus propios ambientes con espíritu             evangelizador;

-despertar en él la necesidad de una circunstancia comunitaria santificante (grupo o comunidad).

187 Para obtener su propio objetivo, el Cursillo cuenta fundamentalmente con dos medios:

-la proclamación kerygmática de la Palabra de Dios; y

-el testimonio de quienes la proclaman.

Esos dos medios deberán ser objeto constante de búsqueda, de estudio, de adaptación y de vivencia, en quienes sean llamados y enviados por Dios y por la Iglesia, para ser heraldos y signos ante los hermanos que van a experimentar la aventura de un Cursillo.

188 Además de estos dos medios fundamentales, el método cuenta con una rica variedad de recursos espirituales, psicológicos y pedagógicos que, con igual profundidad, detalle y responsabilidad de actualización y adaptación, han de ser objeto de estudio dinamizador, por parte de los integrantes de los equipos dirigentes del Cursillo.

189 g) Seguimiento después del Cursillo. El quinto paso es acompañar después del Cursillo, a los grupos de personas que hayan pasado por la experiencia del mismo. Es de vital importancia este paso, para que esos hombres-clave perseveren y maduren en la conversión iniciada o renovada en el Cursillo, y logren integrarse como núcleo cristiano, comprometido y perseverante en la solución cristiana de los problemas de los ambientes, para cuya fermentación evangélica fueron seleccionados.

190 Este último paso de la Estrategia del MCC dentro de la planificación integral de sus acciones, intenta

-que el mensaje recibido en el Cursillo arraigue cada día con más profundidad en el alma de los cursillistas;

-que la conversión o renovación de vida cristiana, iniciada en el Precursillo y profundizada en el Cursillo, llegue a su maduración integral;

-que se consolide la amistad humana, cristiana y apostólica, descubierta en el trato y convivencia con los hermanos;

-que la acción apostólica, personal y comunitaria, sea impulsada y canalizada hacia la fermentación cristiana de los ambientes.

191 Para alcanzar estos objetivos del Poscursillo, y supuesta la necesaria capacidad de absorción y atención por parte de la comunidad, es sumamente importante contar con la actuación del mismo grupo de dirigentes que trabajó, desde el Precursillo y durante el Cursillo, en el estudio y penetración de cada ambiente. Ellos procurarán:

-apoyar a quienes salieron del Cursillo en el desarrollo de las actividades apostólicas que van a iniciar en sus ambientes;

-participar en la formación y maduración de los grupos de amistad, en los que cada uno encontrará la vivencia y convivencia de la comunión cristiana;

-fomentar la comunicación entre los diversos grupos que pertenecen a un mismo ambiente, abriendo paso al florecimiento de verdaderas comunidades, que sean ante la sociedad testimonio auténtico de fe, de esperanza y de amor.

192 En esta última etapa, el método del MCC ofrece dos medios específicos que, a través de la vivencia comunitaria de lo fundamental cristiano, ayudan al individuo a ir alcanzando progresivamente su promoción continua personal, para que, a través del individuo, se perfeccione y santifique la comunidad: la REUNIÓN DE GRUPO y la ULTREYA.

193 En la REUNIÓN DE GRUPO, quienes lo integran tratan de hacer permanente a sus miembros la vivencia de lo fundamental cristiano, compartiéndola comunitariamente para que, con su testimonio, el grupo haga presente a la Iglesia en el mundo de hoy y sea fermento de Evangelio en sus ambientes. Este compartir en forma permanente la vivencia de lo fundamental cristiano, hace que el grupo madure en su fe, en su esperanza y en su caridad, y se transforme en una verdadera comunidad cristiana comprometida con sus realidades espirituales y temporales.

194 En la ULTREYA se realiza el contacto vivencial y el intercambio de experiencias apostólicas de los grupos de amistad, constituidos en reuniones de grupo.

195 En estrecha relación con la jerarquía.

El Obispo es el último responsable de toda la acción pastoral que se desarrolla en su diócesis. Por eso, es parte de la Estrategia del MCC una estrecha e íntima relación de sus responsables con la jerarquía,

-procurando su buena disposición hacia el Movimiento, con una adecuada y completa información de su esencia, finalidad y método;

-consultando sus deseos pastorales, para que el Movimiento, desde sus funciones propias, contribuya a la cristianización de los ambientes, que hayan sido considerados como de prioridad pastoral por su influencia;

-poniendo de manifiesto, con el respeto y la confianza que conviene a los hijos de Dios, lo que se puede y se debe pedir al Movimiento;

-informando de los proyectos, logros y dificultades que se vayan encontrando en el caminar de cada día.

Todo ello habrá de intentarse en un clima de sincero diálogo y con la mayor frecuencia posible.

196 Aparte de ser una exigencia teológica de nuestra realidad cristiana y eclesial tan insistentemente deseada y exigida por Cristo en todos sus seguidores -"Padre, ¡que todos sean una sola cosa!" (Jn 17, 11)-, la comunicación fraterna y la integración con cuantos trabajan en la pastoral, darán al MCC una mayor eficacia operacional en una doble dimensión:

-ellos, al conocer nuestra propia esencia, finalidad y método, aprovecharán mejor lo que el Movimiento puede brindar con su acción pastoral específica; y

-el Movimiento conocerá y aprovechará, con mayor detalle y profundidad, las múltiples realizaciones apostólicas que se estén llevando a cabo en la diócesis, a la búsqueda de objetivos comunes y asequibles.

 

4. LOS RESPONSABLES DE LA ESTRATEGIA

 

197 Los miembros del Secretariado y de la Escuela de Dirigentes son, en la diócesis, conjuntamente, los responsables de la planificación y de la animación de las actividades del Movimiento. Con el objeto de coordinarlas es necesario que conozcan los acontecimientos nacionales y mundiales, así como también los planes pastorales de la diócesis y los planes de otros movimientos de apostolado, que trabajan en la misma área.

 

 

5. CONCLUSIÓN

 

198 El MCC está empeñado en encontrar y utilizar todos los medios, para que los cristianos lleguen a la raíz de la vida de hoy y la impregnen de las enseñanzas de Jesús, el Señor. La Estrategia de esta forma de apostolado ha prestado grandes servicios a la Iglesia desde sus comienzos, colaborando en discernir con ella los ambientes, en los que más se necesita la presencia fermentadora del Evangelio y facilitándole fermentadores para esos ambientes.

199 En definitiva, la Estrategia del MCC en sus tres tiempos se centra en:

-la selección de ambientes y candidatos (Precursillo),

-el fomento de una conversión auténtica y progresiva de los cursillistas                        (Cursillo),

-la reinserción de los que vivieron el Cursillo, en el lugar de donde salieron, su acompañamiento en las tareas de fermentar y su vinculación vital con los demás cristianos comprometidos (Poscursillo).