10. GLOSARIO

 

Ambiente: Conjunto de personas, ideas, valores y circunstancias que concurren en un determinado lugar y tiempo, y que influyen en el modo de ser, de pensar y de actuar de todos (Cf. N° 418)

 

Apologética: Parte de la teología que tiene como finalidad la búsqueda de las razones para creer y la defensa de la religión; y más específicamente, del cristianismo y su doctrina (Cf. N° 19).

 

Carisma: Es una gracia especial, dada por Dios, que capacita y motiva a los fíeles que la reciben, para los servicios útiles en la renovación y la mayor edificación de la Iglesia. Puede ser extraordinario y ordinario. El juicio sobre su autenticidad y ejercicio razonable pertenece a quienes tienen la autoridad en la Iglesia (Cf. LG, 12) (Cf. N° 129).

 

Coordinador: (Ver Rector).

 

Cristiandad: Es el grupo de cristianos que, viviendo la Gracia de un modo consciente, creciente y compartido, hace fermentar el Evangelio en sus ambientes (N° 137).

 

Cuarto día: Es el espacio en el que se desarrolla la vida -nueva del cristiano después de los tres días del cursillo (Cf. N° 411).

 

Cultura: Es el modo particular con que, en un pueblo, los hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios, de modo que puedan llegar a un nivel verdadera y plenamente humano. Es el estilo de vida común que caracteriza a los diversos pueblos; por ello se habla de pluralidad de culturas (Cf. GS, 53). Lo esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo afirma o niega su vinculación con Dios (Cf. Puebla, 386, 389) (N° 142).

 

Cursillismo: Es la visión distorsionada del MCC. Entre otras, la del que pone el acento más en la técnica que en el espíritu; la del que valora más el estilo que el contenido; la del que cree ser el único destinatario o el único agente de evangelización; la del que cree que el MCC es obra exclusivamente de seglares o sólo de sacerdotes (Cf. Nos. 302, 269, 576).

 

Cursillista: La persona que ha vivido la experiencia de un Cursillo de Cristiandad (Cf. Nos. 185-188, 239).

 

Decuria: Palabra con la que, en algunos lugares, se designa a los pequeños grupos que se forman los tres días del Cursillo (Cf. N° 359).

 

Dirigente del MCC: Es toda persona que, sintiéndose llamada, centra su vida en lo esencial del cristianismo y del MCC, se compromete en favor de las cosas del Reino y busca conjuntarse con otros para profundizar la vivencia de lo fundamental cristiano en sí mismo, en el MCC y en los ambientes en que se mueve. Hay sitios en que, en lugar de la palabra dirigente, se utiliza la de responsable, militante, vértebra, líder, servidor, testigo, colaborador, cristiano comprometido, etc. (Cf. N° 539).

 

Escuela de Dirigentes: Es la comunidad de cristianos que, unidos por un clima de Reunión de Grupo, buscan estar cada día más centrados, más comprometidos y más integrados, para acelerar la vivencia de lo fundamental cristiano en sí mismos, en el MCC y en los ambientes en que se mueven (N° 540).

 

Estrategia: Es la planificación integral de la acción del MCC (N° 176).

 

Estructuras: Es el conjunto de instituciones y de realizaciones prácticas que orientan u organizan la vida económica, social, política, cultural y religiosa (Cf. LC, 74) (Cf. N° 144).

 

Evangelización: Es la acción de llevar la Buena Nueva, con el testimonio de vida y de palabra, a todos los ambientes de la humanidad, y, con su influjo, transformar desde dentro la conciencia personal y colectiva de los hombres (Cf. EN, 18, 21, 22) (Cf. Nos. 107-108).

 

Fase: Cada uno de los pasos que se dan en el Cursillo de tres días (Cf. Nos. 355-359).

 

Fermentación evangélica de los ambientes: Es la acción que realiza el cristiano que ha tomado conciencia de su bautismo y lo vive en la normalidad de su vida. Es la finalidad última del MCC. Se puede realizar individual o comunitariamente. El modo específico de realizarla el MCC es mediante la acción de grupos o núcleos, en los que sus miembros conviven lo fundamental cristiano y proyectan la dinámica de su ser cristiano hacia su ambiente (Cf. N° 145).

 

Grupo: Conjunto de cristianos que se vinculan entre sí por la amistad para crecer, madurar y dar fruto apostólico (Cf. ChL, 57) (Cf. Nos. 467-473, 487),

 

Inculturación: Es la íntima transformación de los auténticos valores culturales, mediante su integración en el cristianismo y la radicación del cristianismo en las diversas culturas humanas (Cf. Sínodo de los Obispos, 1985, Documento Final, II, D, 4).

 

Inductivo (Método): En el MCC entendemos por método inductivo el modo de establecer los principios de acción: en primer lugar se vive y se actúa cristianamente; y, después, a la luz de la experiencia y del Evangelio, se formulan los principios teóricos del método y de la estrategia del MCC (Cf. Nos. 13, 170).

 

Intendencia: Las oraciones y sacrificios voluntarios de unos cristianos, realizados individual o comunitariamente, con la finalidad de ayudar a la conversión de los hombres (N* 180).

 

Líder: (Ver Vértebra).

 

Mentalidad: Es el conjunto de criterios, convicciones, actitudes vitales y opciones pastorales que, ante circunstancias que provocan unas necesidades históricas, impulsan el nacimiento de una obra y configuran su identidad (N° 8).

 

Método: Es la disposición y el empleo adecuados de ciertos medios, claramente conocidos, para alcanzar, con la mayor probabilidad de éxito, con la mayor rapidez y con la mayor perfección, una meta propuesta (N° 154).

 

Militante: Es el hombre o mujer que vive su compromiso bautismal al servicio de la Iglesia y de sus hermanos (Cf. Nos. 406-410).

Opción por los pobres: Es una actitud dinámica de conversión que tiene como objeto primario el sentirse pobre, situarse junto al pobre y, desde él, analizar el hecho, las estructuras y sistemas que lo origina. Se trata de asumir la causa de los pobres (Cf. N° 659).

 

Padrino: (Ver Presentante).

 

Palanca: (Ver Intendencia).

 

Pastoral: Es la acción total, global, de la Iglesia Pueblo de Dios y Sacramento universal de salvación, mediante la cual, en cumplimiento de su misión, bajo la guía de sus Pastores, y en unión de todos los hombres de buena voluntad, se esfuerza por construir entre los hombres el Reino del Padre (N° 628). Engloba tres ministerios: el profético, que se realiza en el anuncio de la Buena Nueva (kerygma, catequesis, homilía); el litúrgico, que es la celebración del culto de la nueva alianza y de la alabanza divina; el hodegético o servicio de la caridad, que es la acción que se realiza para promover la unidad, armonía y dinamismo del pueblo de Dios.

 

Poscursillo: Es el medio comunitario destinado a incrementar e impulsar la conversión y vivencia cristiana iniciada en el Cursillo, para hacer que las inquietudes individuales y de los grupos, que de él se originan, lleguen a fermentar de Evangelio la comunidad eclesial y humana y las estructuras temporales (N° 435).

 

Precursillo: Es el medio comunitario de selección de ambientes y de búsqueda, selección tratamiento y preparación de los candidatos a realizar la experiencia de un Cursillo (Cf. CR, 32; N° 200).

 

Presentante: Es la persona o grupo que busca, selecciona, prepara e inscribe al candidato para un Cursillo. Su misión se prolonga hasta que el cursillista se integre en una comunidad cristiana (Cf. N° 234).

 

Rector: Es el principal responsable laico para que el Cursillo se desarrolle perfectamente (Cf. Nos. 276-280).

 

Responsable: (Ver Dirigente).

 

Reunión de Grupo: Es el medio del que se vale el Poscursillo para hacer posible, en un clima de amistad y gracia compartida, la vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental cristiano en los miembros del grupo (Cf. Nos. 466-496).

 

Rollista: Término familiar que designa a los dirigentes que proclaman el mensaje en el Cursillo (Cf. Nos. 252-267).

 

Rollo: Nombre con que se designa las proclamaciones que se hacen en el Cursillo. Son el cauce normal de que se vale el Espíritu, para transmitir el mensaje y despertar el ansia de la vivencia y la convivencia cristiana (N° 273).

 

Secretariado: Grupo de sacerdotes y laicos a quienes la jerarquía encomienda como plan apostólico el servicio, la orientación y el desarrollo del MCC en la diócesis o país (N°. 586; Cf. N° 576).

Testigo: El que proclama con su vida y con su palabra la experiencia personal de la salvación operada en él por Cristo (Cf. Nos. 163, 164, 254-266).

 

Testimonio: Es la testificación de la realidad de un hecho, dándole a la afirmación toda la fuerza y seguridad de quien ha vivido el hecho.

 

Tiempos: Cada una de las tres partes del método del MCC: Precursillo, Cursillo y Poscursillo (Cf. n° 156).

 

Ultreya: Es la reunión de reuniones de grupo que, en actitud de conversión progresiva, lleva a los integrantes a compartir la vivencia de lo fundamental cristiano y la fermentación evangélica de los ambientes (Cf. Nos. 486-499).

 

Vértebra: En el MCC entendemos por vértebra la persona cuyas decisiones influyen, cuyas opiniones mueven y cuyas actitudes conmueven.

También llamamos vértebra a aquellas personas que, por sus características, en los diversos documentos de los encuentros internacionales, así como en los de la Iglesia, fueron llamados personas influyentes, vértebras, agentes de cambio social, elementos clave, locomotoras, agentes de concientización, constructores de la sociedad pluralista, élites y agentes de cambio, hombres-clave.

 

Vertebrar cristiandad: Es crear grupos de cristianos que viven la Gracia de un modo consciente, creciente y compartido y que van haciendo fermentar el Evangelio en sus ambientes (N° 138).

 

Vivencia: Es el proceso psíquico por el cual el hombre penetra en el interior de una realidad, de tal modo que llega a poseerla de una manera tan inmediata que puede decir que esa realidad y él son la misma cosa.

 

Vivencia religiosa: Es el proceso psíquico por el cual el hombre experimenta a Dios humanamente de un modo personal tan profundo, que incorpora esta experiencia a su propia personalidad.